Ha pasado una semana y todavía me emociono, el pasado domingo estuve en la despedida del mejor rockero de la historia de nuestro país, MIGUEL RÍOS se despidió tras cincuenta años en la carretera.
No pude sacar entradas para el sábado, por lo que nos tocó a Román y a mi ir el domingo a las nueve y media, la verdad es que cuando llegó el momento de salir para El Palacio de Los Deportes me pensé bastante el moverme de casa, a esas horas y en domingo no dan ganas de salir a ningún sitio, hay que empezar a mentalizarse para comenzar el lunes sin depresión.
Cogimos el coche y en veinte minutos nos presentamos en O`Donnell, aparcamos y a buscar un bar para tomar algo, faltaba más de hora y media.
Ya en la puerta del Palacio empecé a ver algo raro, yo era de las jovencitas del concierto, si hubiéramos sumado la edad de todos los presentes nos hubiéramos llevado un susto, todos éramos unos viejos.
En el concierto nada que reprocharle al "abuelo" MIGUEL, tres horas de concierto, con muchos artistas invitados y como colofón la cesión de trastos a ROSENDO.
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